Entre en el bosque, te busque en la oscuridad solo con mis manos y fue fácil hallarte.
De pie sin intenciones de caer nos batíamos a duelo.
Me tomaste de los hombros y me derribaste, como si fuese tu próxima presa, estaba inmóvil.
En tu primera mordida arrancaste mi cordura...y poco a poco devoraste todo...mis sentidos aguardaban su partida.
Pero te detuviste.
Me miraste y con tus ojos devolviste las cosas a su lugar.
Me llevaste al borde de la muerte y me trajiste de vuelta, jugabas conmigo...
Trate de derribarte, pero fue en vano, nuevamente tus brazos me devolvieron a mi lugar...
Ya no podía intentarlo...había perdido mis fuerzas...
Así fue como caí, mientras gruñías orgullosos de tu presa, cerré los ojos y desaparecí...

Desperté y dormías a mi lado, con un gesto enternecedor, sonreías agotado...y comprendí todo...
Habías ganado, OK!



Pero la próxima vez no te saldrá tan fácil...